Misiones no tiene un plato típico propio sino que comparte su tradición gastronómica criolla con Corrientes, parte de Formosa y Chaco, así como Paraguay y el sur de Brasil. La base de las comidas de la región es la mandioca, una raíz carnosa rica en hidratos de carbono, de la que se extrae una fécula granulada conocida como tapioca. La mandioca y sus derivados se usan en varios platos como el chipá pirú (un pan hecho con almidón, manteca o grasa, queso y huevos); la carne en trozos con fariña (harina gruesa); el lampreado o payaguá mascada (tortillas fritas de mandioca, carne y cebolla de verdeo, bien condimentadas); el pastelón y las tortillas, preparadas con esa raíz cruda rallada, cebolla de verdeo, queso fresco y huevos.En la provincia cosmopolita también se puede probar galeto brasileño y locro norteño, pero con el agregado de mandioca al básico preparado de maíz, porotos, carne y zapallo. La típica raíz se utiliza, incluso, en reemplazo de la papa en comidas clásicas como el pastel de carne o los ñoquis.Para el postre, los misioneros ofrecen la rapadura, que es miel de caña en pancitos, o la crema de mburucuyá, que se sirve sola o como acompañamiento de ensaladas de frutas o de dulces de mamón o guayaba, en tartas o como salsa. El mburucuyá es el fruto de la pasionaria y también se lo ingiere en forma de jugo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario